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BIODEGRADABLE O RETORNABLE
Estas, una u otra, solían ser las condiciones de la mayor parte de los envases que entraban en nuestras casas (excepción hecha de la leche Leyma que se vendía mayormente en bolsas de plástico a las que tenías que buscar la fecha de caducidad para garantizarte de que podían aguantar en casa dos o tres días, ¡y no era fácil dar con ella!)
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La fruta y otros graneles alimenticios se entregaban al comprador en bolsas de papel y los refrescos en envases de vidrio que tenían un precio, creo recordar que eran 5 pesetas en mis tiempos. Las pagabas y si devolvías el envase al establecimiento las recuperabas. Una y otra estrategia “mejoraban” las condiciones de nuestra basura: o era menos o, al menos, era biodegradable.
Por cierto, en mi casa, los refrescos entraban de cumpleaños en cumpleaños, nunca antes.
AMPLIACIÓN DEL 24 DE ENERO DE 2017.
1974-03-27- El Ideal Gallego- Gaseosa Revoltosa
¡No podía faltar la «universal» gaseosa que servía para satisfacer a pequeños («a pelo») y a mayores (con vino).